Se acerca los días de carnaval, y para nadie es un secreto que muchos de nosotros aprovechamos esa fecha para disfrutar con familiares y amigos, ya sea, en una playita, montaña, piscina o río. Otros, sin embargo, se quedan en la ciudad para ver las comparzas y carrozas de la región, o sencillamente nos quedamos descansandito.
Quisiera ser un llamado a todos mis seguidores y lectores, sean conductores o no; por favor mantengan la prudencia, la calma, el sosiego, la tranquilidad, no dejen que el desespero, la viveza, el egoísmo, la agresividad y el orgullo le impidan ser personas consientes a la hora de manejar cualquier vehículo, a la hora de caminar por las calles o a la hora de ser un pasajero.
No sigamos siendo irresponsables como conductor, ni como pasajero, ni como peatón; respetemos las leyes de tránsito terrestre, pero también seamos peatones ejemplares. A la hora de que se nos atraviese un vivo manejando, al cual lo catalogásemos de coleón y bruto, respiremos hondo y dejemos que pase. Por más terco que seas, aprende a comprender a aquellos que caminan por donde no deben, demuestras que se equivocan, dejándolos seguir con sus errores.
Muchas veces, sucede que por los peligros de la calle, actuamos indebidamente por seguridad propia y de los nuestros, cuando queramos saltar alguna luz roja, o hacer un cruce indebido; tomemos verdaderas precauciones; una cosa es evitar peligros y otra muy distinta es evitar una larga cola, por favor espera con calma, escucha música, canta, piensa, medita, pero por favor no ocasiones un caos. Recuerda que existe incompatibilidad entre el manejo y el ingerir bebidas alcohólicas, utiliza el manos libres cuando conduzcas y hables por el celular.
Como peatones, hay que quererse uno primero, esperemos nuestro turno para cruzar las calles, usemos las aceras (donde las haya, sino mucho cuidado...), tratemos en lo posible de subirnos y bajarnos del vehículo donde se debe, sin interrumpir a otros conductores; si somos usuarios de busetas, carros libres o moto taxis, respetemos las paradas reglamentadas.
No imitemos los malos comportamientos de los demás, no ofendamos; no repitamos frases como: “si el lo hizo, yo también puedo”, “tranquilo yo soy peatón y el tiene que frenar”, ; no culpemos a otros por nuestros errores, mientras mejores conductores seamos (estadísticamente menos accidentes habrán) y mientras sigamos las normas de un buen peatón, seremos excelentes ciudadanos.
Amigos que me siguen, les agradezco de antemano, porque estoy seguro que ustedes serán voceros de estas pequeñas líneas, contribuyamos al crecimiento como ciudadano.
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